Habiendonos dormido tarde y todavía con jet lag de viaje, suena el despertador a las 4 de la mañana. No apetece nada levantarse, pero el desayuno express que prepara el hotel para los más tempraneros nos sirve de aliciente. De modo que saltamos de la cama, nos vestimos y bajamos a desayunar con un cansancio en el cuerpo tremendo.
El transporte del hotel nos lleva al aeropuerto y allí subimos al avión con destino a Calama, el vuelo dura 2 horas y poco, por lo que a las 9 hemos llegado a nuestro destino.
Volamos con JetSMART y nos sorprende lo nuevo y espacioso que es el avión. Acostumbrados a las compañías de bajo coste en Europa, donde vas pegando rodillazos al que se sienta delante, nos sorprende gratamente que esta compañía no siga el patrón.
Nada más despegar se puede ver el imponente Aconcagua sobre los andes, para luego ir pasando poco a poco a la zona desértica de Atacama, un cambio de paisajes que hace imposible que seamos capaces de dormir nada. Es lo que tiene la ilusión!!!
Al llegar a Calama teniamos nuestro coche reservado con Econorent donde, por cierto, se portaron muy bien y fueron super-rápidos respondiendo dudas y ajustando la reserva a los cambios del horario del avión. Habíamos elegido un Peugeot 3008 automático que nos parece una auténtica pasada, es enorme, comodisimo y muy nuevo.
Arrancamos nuestro google maps y partimos rumbo a San Pedro de Atacama, son las 9.40 y tenemos todo el día por delante, sin embargo estamos tan sumamente cansado que no vemos claro poder cumplir con la planificación que nos habíamos marcado.
Conduciendo, durante la hora que tenemos de viaje hasta San Pedro, ya vemos que no nos dará tiempo de hacer ninguna visita turística antes de comer, queremos llegar al hostal y dormir un poco, porque no podemos con el cuerpo.
Sin embargo, nos resulta imposible no pararnos, durante el camino, a disfrutar de los imponentes paisajes que nos encontramos: un salar gigantesco, el valle de marte y de la luna... finalmente, llegamos a nuestro hostal sobre las 12 y decidimos comer algo de forma rápida para irnos a dormir una siesta.
Nos levantamos sobre las 17h y, puesto que anochece a las 18.30, decidimos visitar la laguna Chaxa en el salar de atacama, a unos 40 minutos del pueblo.Aunque no nos da tiempo de completar el paseo marcado en el salar, si pudimos disfrutar de un anocecer lleno de nubes bastante espectacular.
Volvimos ya de noche hacia el pueblo donde cenamos y compramos unas hojas de coca, para masticar al día siguiente, ya que teníamos prevista una excusión en altura.