Ufff, un espectáculo de rocas, acantilados, cascadas y mar en las FeroeUno de los puntos icónicos de las Islas Feroe son las famosas rocas de Drangarnir y Tindholmur, que seguramente hayáis visto en multitud de fotografías.

Tienen unas vistas muy buenas desde la carretera que se dirige a Bour y Gasaldur, con diferentes puntos donde es posible parar para observarlas, sin embargo lo mejor es hacer el trekking que te lleva hasta casi poder tocar con la mano la roca-puente de Drangarnir.

Pero como todo en las Feroe, no es gratis.

El recorrido pasa por terrenos privados y no es posible hacerlo sin guía, al menos cuando estuvimos nosotros. Fue necesario contratarlo con un guía local en hiking.fo. No hubo problemas para contratarlo con muy poca antelación.

El precio en nuestro caso fueron 550 DKK (75 EUR) por persona, nada barato.

El recorrido parte de la gasolinera que hay en el puerto, muy cerca de donde se toma el ferry a Mykines (aquí), allí se suele salir a las 11 de la mañana y dependiendo del guía puede ser unas 5-6 horas para realizarlo.

Conviene que no sea un día lluvioso porque la verdad es que toda la primera parte es por un terreno bastante resbaladizo ya sin lluvia, con lo que si además está mojado parece imposible no irse al mar.

Para los más atrevidos, siempre hay ovejas que lo son más

Una vez se llega a la loma desde donde se pueden ver Drangarnir y Tindholmur (además de Mykines a lo lejos) ya podemos tener unas vistas espectaculares y aprovechar para tomarnos un pequeño bocadillo mientras observamos el paisaje.

Por fin llegamos a ver Drangarnir y Tindholmur con Mykines al fondo

Desde allí tenemos una bajada también relativamente peligrosa hasta llegar a la mismísima base de Drangarnir donde tal vez incluso puedas sufrir el ataque sin piedad de las Skuas, unas águilas bastante agresivas.

Cuando luce el sol no se puede perder la oportunidad de hacer fotos en las FeroeLa puerta de Drangarnir desde casi el mar

En aquel momento nuestro guía nos dijo que un amigo suyo nos llevaría de vuelta en barco ya que le parecía bastante volver caminando, y la verdad es que no apetecía nada, con lo que se lo agradecimos.

Estuvimos allí esperando un rato hasta que vino su amigo, el cual nos estuvo dando unas vueltas rápidas por las rocas al otro lado de la montaña y por dentro de la puerta de Drangarnir, fue una auténtica pasada, para luego ya llevarnos a puerto y decirnos que debiamos pagar 10 USD por persona, algo que no nos indicó y que desde luego nos sonó un poco a timo, ya que de habernoslo comentado todos habriamos aceptado sin duda, pero hacerlo de esa forma no nos pareció muy ético.

La esfinge egipcia de las Feroe

Una vez de nuevo en la gasolinera seguro que hay luz y día para aprovechar, os aconsejamos acercarse hasta Bour y Gasadalur, son 15 minutos en coche y seguramente haya diferente luz cada día que vayamos, con lo que podemos ver un ambiente completamente diferente de la zona, hacer la ruta circular en Gasadalur si no la hemos hecho todavía y ver la famosa cascada que cae al mar y que seguro hemos de ver varias veces hasta que coincida buen tiempo.

La carretera de Bour da unas vistas espectaculares de las icónicas rocasEspectacular cascada de Gasadalur y pueblo