Gjov es otra de las imágenes icónicas de las Feroe así que en este post vamos a centrar la atención en su garganta así como lugares cercanos.
Podemos comenzar el día en la piedra que se mueve de Funningur, no es un lugar especialmente interesante pero nos ayuda a dar una vuelta por la zona y ver carreteras y paisajes típicos de la zona.
Desde ahí nos dirigimos hacia Gjogv, un pueblo que destaca por su garganta hacia el embarcadero y que podemos observar desde diferentes puntos de vista, bajar al embarcadero, caminar hasta el saliente final y también subir para ver una perspectiva superior de todo el pueblo y zona.
Además desde la parte superior parte una ruta como siempre de pago donde nos solicitan introducir en un buzón los 50 DKK (7 EUR) por entrar.
En poco tiempo ganamos mucha altura hasta llegar a unos acantilados verticales desde los que incluso si ha llovido podemos ver una cascada que sale del medio de la roca, apenas nos llevará 40 minutos por lo que merece la pena la subida, eso sí, tiene una buena pendiente y hay que ir con cuidado ante posibles resbalones.
En total seguramente podamos dedicar unas 3 horas a la visita, incluyendo un café sobre el mismo embarcadero si tenemos suerte de encontrar abierto el lugar.
Si nos sentimos con fuerza y el día está claro, desde ahí podemos partir hacia el parking para subir al pico más alto de las islas, allí dejaremos el coche y comenzaremos la caminata. Nosotros no tuvimos la suerte de encontrar un día sin nubes.
Siguiendo esa misma carretera dirección Eidi llegaremos a verios miradores desde donde podremos ver desde otro ángulo las rocas Risin og Kellingin. Desde allí seguiremos descendiendo hasta ver el famoso campo de fútbol al borde del mar en Eidi.
A partir de allí podemos bordear el fiordo por la carretera para tener una vista frontal de la famosa cascada de Fossa.