Una de las experiencia más impactantes del viaje fue la visita que hicimos a un poblado Himba.
Los Himbas es una de las etnias que sigue manteniendo sus costumbres milenarias.
Son ganaderos y su poblado se organiza entorno a la cerca del ganado. Viven en chozas hechas con madera de Mopame y una mezcla de barro y excrementos de vaca.
Son animistas (se relacionan con sus deidades a través de los antepasados que le hablan al chamán) y polígamos. Pueden tener hasta cinco mujeres.
Las mujeres van semidesnudas y se pasan todos los días por la piel una mezcla de mantequilla de vaca, ocre y hierbas que la deja un color rojizo en la piel y se peinan de una forma muy característica.
Los jóvenes solteros se reconocen por su peinado en forma de cola de escorpión.
Me encantó visitar el poblado donde principalmente había mujeres y niños.