Largo viaje, varios tramos y por fin llegamos

Años llevábamos escuchando a nuestros amigos Inés y José Luís hablando de un lugar en Zambia llamado South Luangwa que parecía ser uno de los lugares más remotos y salvajes para ver fauna africana, y en especial, el leopardo.

En este tiempo y como fieles seguidores del más grande de los programas de radio sobre viajes, "Levando Anclas", habíamos escuchado intervenciones en el mismo de un español dueño de un Lodge dentro este parque: Ramón Bustamante.

Con ese previo no hizo falta más que una llamada de José Luís con la propuesta de "este año podíamos ir allí" para convencernos y apuntarnos.

Hablando con Ramón nos prepara un viaje que incluye varios lugares y actividades antes de llegar a su alojamiento para hacer safari.

Una vez planteadas las fechas que a todos nos convienen, solamente nos quedaba sacar los billetes de avión para volar a Lilongwe, capital de Malawi, y a partir de ahí ya irá todo rodado según la planificación que nos ha programado Ramón.

De modo que nos encontramos en Madrid, ya dispuestos y con todo preparado para salir, cuando recibimos de la compañía aérea (Ethiopian airlines) un aviso de que habrá una parada técnica, no planificada en el trayecto inicial, en El Congo, algo que nos deja preocupadisimos, ya que al mirar los requerimientos del viaje parece que incluso necesitamos un visado para el transito imposible de conseguir en el tiempo que nos queda hasta la salida.

Buscando por internet y consultando con la agencia parece ser que si no se baja del avión no hay ningún problema, con lo que después de limpiarnos los goterones de sudor, partimos hacia el aeropuerto de Madrid para dejar el coche en el parking de larga estancia y comenzar el viaje.

De Madrid volamos a Frankfurt donde nos juntamos con Inés y José Luís para volar hacia Addis Abeba, y tras una escala corta, volamos hacia El Congo, donde hacemos una parada de 1 hora en un aeropuerto en medio de la selva que nos dió un poco de yuyu, para luego salir hacia la capital de Malawi.

En el aeropuerto buscamos un taxi que nos lleve hacia nuestro alojamiento, el Madidi lodge, y observamos que tienen una tarifa única y además se muestran serios, formales y no negociadores respecto al pago del precio estipulado, algo que la verdad, nos sorprende un poco, pero nos da buena impresión. 

Una vez en nuestro alojamiento, bastante cansados del viaje, cenamos en el mismo hotel y nos vamos a dormir. Aunque el hotel cuenta con internet, no tiene una conexión adsl o fibra como solemos estar habituados, su conexión es mediante teléfono móvil y lo que te ofrecen con la habitación es un bono de 200mb, algo que veremos es bastante habitual a lo largo del viaje.

Al día siguiente nos vienen a recoger a las 10 de la mañana, en punto, cosa que también nos sorprende y agrada, así que antes de salir, nos ha dado  tiempo de desayunar tranquilamente y dar un paseo por los alrededores de nuestro alojamiento. Observamos que la zona está totalmente bunkerizada, las casas, que más bien son chalets con jardín, están protegidas por muros y alambradas, rodeadas de calles anchas para moverse en coche, y con muy poca gente local, la mayoría jardineros o trabajadores.... es decir, una zona residencial de bastante nivel.

Siempre resulta curioso el transporte sobre la cabeza en África