En esta ocasión, el viaje ha surgido "por un sorteo". Hace unos meses, unos amigos nos avisaron que, desde Turismo La Palma, habían iniciado una campaña en la que sorteaban bonos de 250 EUR para gastar en negocios locales de la isla para fomentar el turismo tras el desastre provocado por el volcán Cumbre Vieja.
Nosotros nos apuntamos, por supuesto, y cuando ya nos habíamos olvidado del tema nos llega un mail diciendo que nos ha tocado el bono que debemos gastar antes de 3 meses.
OLÉEEEEEEEEEEEE
Lo cierto es que es una cantidad que te anima a realizar el viaje, por lo que nos ponemos con la planificación de fechas y días de la estancia.
Inicialmente habíamos pensado hacer base en varios lugares y desde allí desplazarnos con el coche, pero tras hablar con unos amigos que habían estado recientemente, nuestros planes cambian por completo.
Su frase fue: "Si volviésemos a ir, sin ninguna duda alquilaríamos una camper, porque las distancias en coche se hacen pesadas con las carreteras empinadas y con muchas curvas, y estar en sitios espectaculares y no poder quedarte a ver el anochecer o disfrutar del amanecer porque te tienes que ir a la otra punta de la isla...."
Las ventajas de llevar una camper de viaje son muchas. Llevas lo que necesitas contigo, no tienes que preocuparte de buscar un lugar para acampar o buscar un hotel, y puedes ir a donde quieras. Además de ahorrar dinero en las comidas.
Así que iniciamos la búsqueda de alquiler de campers en la isla, descubriendo que la oferta no es muy amplia, encontramos un par de furgonetas tipo "transporter", sin baño ni ducha, y dos o tres opciones de furgonetas, algo más grandes, con todo tipo de comodidades.
La que más nos gusta no se encuentra disponible todos los días de nuestra estancia, pero de todas formas decidimos lanzarnos a por ella 6 noches podíamos alquilarla y pasar las 3 últimas noches en una casa rural y un hotel, con un coche de alquiler.
Las propietarias de la camper además fueron siempre super amables, con muchas indicaciones, respondiendo super rápido a los WhatsApp, etc., de modo que finalmente nos lanzamos y la alquilamos por AirBnB (no teníamos ni idea que las camper también estaban en esta plataforma) a un precio de unos 125 EUR/día (https://www.happycamperlapalma.com/).
Nuestro vuelo salía desde Madrid, y no sabíamos muy bien qué hacer con el coche, otras veces lo habíamos dejado en el parking de larga estancia del aeropuerto, pero en esta ocasión, decidimos probar una empresa que te recoge el vehículo en la terminal de salidas y te lo entrega en la de llegadas a la vuelta de tu viaje.
La verdad es que funcionó bastante bien, y el precio resultó más barato que el parking de larga estancia (48 EUR por 9 días).
Tras un pequeño retraso en el vuelo, llegamos a la isla de La Palma donde nos están esperando con un coche para llevarnos hasta la camper, el aeropuerto es muy pequeño y la tienen en un parking, a menos de 3 minutos de distancia, para explicarnos cómo funciona todo con tranquilidad.
Una vez hechas las presentaciones nos explican en detalle cómo funciona la camper, botones, compartimentos, etc y nos regalan algunas delicias locales, como mermelada y cerveza artesana para empezar bien nuestra estancia en la isla.
La verdad es que la furgoneta es una auténtica pasada, se siente muy espaciosa y no le falta de nada, cocina, baño completo, ducha, armarios, mesas para comer, todo ello en un vehículo no excesivamente grande (6 metros de largo) y más que suficiente para dos personas.
Nuestro primer objetivo es "llenar la despensa", así que muy cerca del aeropuerto vamos al supermercado y compramos provisiones para no tener que preocuparnos de la compra y ser lo más independientes posible a la hora de quedarnos a dormir.
Al organizar el viaje nos hemos apuntado una serie de puntos de interés, pero no tenemos un orden claro a realizar y vamos a ir sobre la marcha aproximando a unos o a otros según veamos el tiempo, distancias, etc.
El mapa de lugares interesantes para visitar lo podéis ver aquí.
Además, para decidir dónde nos quedamos a dormir hemos usado la aplicación Park4night, donde otros usuarios añaden lugares donde han podido quedarse, con indicación de los servicios que puedan tener o el espacio disponible.
Nuestro primer objetivo, un vez recogida la camper, es visitar la cascada de los Tilos, aunque de camino nos entra hambre y paramos en el mirador de San Bartolo, donde nos estrenamos cocinando en nuestra nueva "casita".
Ya en nuestro primer contacto con la isla vemos que las carreteras, a pesar de no tener mal asfalto, tienen mucha curva y unos barrancos tremendos a los lados, con lo que hay que ir lento, así que seguimos hacia el norte, sin entretenernos demasiado, para llegar al aparcamiento de la cascada de los Tilos a falta de 1 hora para anochecer.
Los últimos kilómetros hasta la cascada son una carretera empinada y muy estrecha que no permite muchas alegrías si te cruzas con alguien, y al llegar tampoco hay mucho espacio para aparcar. Por suerte, a estas horas ya apenas queda gente y de los dos aparcamientos que hay decidimos quedarnos al último, donde estamos solos (tampoco es que haya sitio para muchos más).
Desde allí damos un pequeño paseo hasta la cascada, no son más de 10-15 minutos hasta llegar a la misma, donde quedan un par de parejas que prácticamente se están yendo cuando llegamos, por lo que podemos disfrutar del entorno en soledad.
Ya con muy poca luz, volvemos a la furgoneta donde cenamos y nos quedamos a dormir.
Las chicas que nos han alquilado la camper nos han comentado que en la isla hay muy buen ambiente y no pasa nada por quedarte a dormir en cualquier sitio, ya que las autoridades locales no son muy estrictas al respecto.