Empezamos el día caminando hasta la Mezquita de Suleymaniye Camii, que visitamos por dentro para luego seguir a pie hacia el acueducto de valente.
Una vez llegados a la zona tan poco turística, bajamos hasta el puerto por calles de mercado local donde nadie sabía hablar inglés y donde quedamos sorprendidisimos por los precios, ya que cosas que habíamos comprado días anteriores, allí las podíamos encontrar por 10 veces menos precio.
Sí, has leído bien, las mismas especias que habíamos comprado en el mercado de las especias... las compramos a 1/10 del precio que pagamos por ellas...
Eso sí, era muy difícil entenderse para pedir cosas, pero al final uno siempre se aclara, ya puestos, entramos en un sitio local a comer unos kebab donde evidentemente tampoco tenian ni idea de inglés, pero no fué mayor impedimento para comer muy bien y muy barato..
Con la tripa bien llena, nos sentamos en un barco para hacer un crucero de 2 horas y media por el bósforo, donde la verdad es que se van disfrutando las vistas laterales mientras te da el aire en la cara.
Y como estamos de racha de actividades, una vez volvemos del crucero decidimos subir a la Torre de Gálata para ver el anochecer desde allí, algo a no perderse en Estambul.
Para terminar el día después de tanta actividad, nos damos un homenaje de cordero guisado en barro (típico) con la consiguiente sauna y baño turco.