Nos disponemos a pasar dos noches en Somiedo aprovechando que nos encontramos en Zamora a una distancia razonable.
Nuestro principal objetivo es ver osos, actividad completamente compatible con realizar rutas por la zona y otras visitas turísticas, ya que se realiza a primeras y últimas horas del día.
El domingo por la mañana partimos de la Sierra de la Culebra dirección Gúa, donde tenemos nuestro alojamiento. Gúa es uno de los dos puntos más frecuentados para ver el oso, junto con La Peral y su famoso mirador del príncipe.
Para no realizar todo el viaje seguido decidimos buscar de camino alguna parada de interés, y vaya si la encontramos en el embalse de Barrios de Luna (https://goo.gl/maps/Knp4S9fw2JxJwcRB9) junto con su puente Ingeniero Carlos Fernández Casado (https://goo.gl/maps/6123zmZvPLm6891w7).
Salimos de la autopista para tras recorrer una carretera de curvas durante no mucho tiempo llegar a un mirador desde donde ya tenemos una espléndida vista del pueblo y embalse.
Tras ello nos acercamos a la parte superior donde recorremos de lado a lado el impresionante emplazamiento del embalse y además observamos que hay un restaurante, con lo que aprovechamos para comer allí (muy bien por cierto).
Seguimos nuestra ruta bordeando el embalse para tener unas muy buenas vistas del puente Ingeniero Carlos Fernández Casado.
Tras nuestra pequeña parada de camino, seguimos conduciendo hasta La Peral, un pueblo en la cabecera del valle de Somiedo con unas vistas espectaculares.
Al llegar hay un aparcamiento para dejar los coches ya que no se puede entrar en el pueblo con el mismo, y desde ahí se llega al mirador del príncipe (https://goo.gl/maps/T1ATRg2fd2Wo8rZD9), un punto de vista excelente para ver el valle completo y también osos.
Para osos precisamente hay dos puntos en el pueblo:
Nosotros estuvimos en el mirador, donde otras personas que estaban allí recibieron el aviso de que se estaba viendo en Gúa, a 15 minutos de distancia y donde estamos alojados por dos noches.
Decidimos quedarnos un rato disfrutando del punto donde estamos para poco antes de anochecer bajar a Gúa, donde subimos a la finca autorizada como mirador oficial del oso y donde hay una cantidad de gente enorme con toda la equipación.
Sin embargo nada más llegar nos comentan que solamente lo han visto 5 minutos, un visto y no visto.
Hay que tener en cuenta que tanto en Gua como en la Peral
es necesario prismáticos para poder ver osos,
siendo el telescopio la mejor opción.
Nosotros lo vimos "bastante cerca" y estaba a 650 metros.
Nos levantamos al amanecer con idea de subir a la finca autorizada caminando (está a 100 metros de nuestro alojamiento) y plantarnos allí hasta ver osos.
Plantarnos sí que nos plantamos, junto con otra muchisima gente, pero verlo lo que es verlo... no lo vimos!.
De modo que decidimos partir a realizar la ruta de las Xanas a 1 hora de distancia desde Gua, no está excesivamente lejos en kilómetros, sin embargo vayas a donde vayas en Asturias, casi seguro que te toca subir y bajar un "puertako"...
De camino paramos en Teverga para comprar algo de comida, empanada, chorizo, salchichón... cosas suaves... y finalmente llegamos al inicio de la ruta de las Xanas.
En el punto de inicio de la ruta hay varias zonas pequeñas de aparcamiento:
La ruta en sí es ascendente (y espectacular) hasta llegar a la ermita, pasando por diferentes túneles sobre las rocas, zonas de cuerdas, bosque húmedo y una zona final de escaleras preparadas para gigantes que te hace sufrir ese puntito de más para llegar con unas ganas enormes de probar el chorizo y salchichón de jabalí y ciervo recién comprados.
Hay que decir que la ruta no es apta para temerosos de las alturas puesto que en todo momento vas en una senda de 1,5 metros de ancho con una caída tremenda hacia el río a uno de los lados.
Estuvimos dudando si continuar y hacer la ruta completa circular, pero como queríamos volver a Gua para una tercera oportunidad de ver osos, decidimos volver a bajar por donde habíamos subido para para poder llegar cuando quede poco más de 1 hora para el anochecer.
En esta ocasión nada más llegar al prado de Gua nos comentan que lo están viendo, que se acaba de esconder... de modo que esperamos 5 minutos y ya empiezan las primeras voces diciendo que ha vuelto a salir.
Efectivamente podemos observar un oso yendo de un avellano a otro a través de canchales (zonas de piedras) durante hora y media, una auténtica gozada.
Además allí hay un guarda del parque también con su telescopio y su cámara que muy amablemente va explicando a todo el mundo y dejando ver usando su material. Una gozada.
Para terminar un día tan fantástico y completo, qué mejor que probar la sidrería Carión en Pola de Somiedo... que dicho sea de paso, nos encantó, tanto por comida como por precio. EXCELENTE.