Y es que uno a veces hace una proyección mental de lo que está viendo, pero nuestra imaginación nos engaña.
Nuestra imaginación nos miente porque cuando vemos ese producto en 2D somos los que imaginamos cómo será, y no tiene por qué ser así la versión real.
Y si no que se lo digan al helado de la foto y esa parte central enorme de chocolate que no parece dibujada a la misma escala que en la versión 3D del mismo.
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