Bahía Drake
21 - Junio - 2017
Salimos de Corcovado en una barca que nos lleva en un recorrido de poco más de una hora hasta bahía Drake en el trayectos vemos varios grupos de delfines.
Esperando nuestra barca para pasar el día en el agua
En Drake habíamos reservadas dos noches desde España en las cabinas Murillo, alojamiento que nos ha gustado mucho por su buen precio y situación.
Llegamos a media tarde y como al día seguiente queremos hacer snorkel en la isla del caño, vamos hasta la empresa con la que pensamos contratar la excursión para probarnos las aletas y resto de material. El dueño de la empresa se llama Carlos y es un español que ahora vive en Costa Rica dedicandose al negocio del buceo. Nos entendemos bien con él y nos recomienda un sitio para cenar, solamente sirven pescado del día cocinado de diferentes formas, se llama Gringo Curt, allí nos pegamos todo un mega-homenaje con las enormes raciones de platos que nos ponen.
Tras ello nos vamos a dormir para salir temprano a nuestra excursión de día completo a la isla del caño para hacer snorkel.
El snorkel es una garantía de pasarlo bien
Todavía con horario español, nos despertamos muy pronto, a las 4 de la mañana, y nos vamos a pasear por la playa de Drake haciendo tiempo antes de que salga nuestra excursión.
Una vez en la barca tenemos 1 hora de navegación hasta la isla, donde hacemos una primera inmersión. En esta alguno de los miembros del grupo tiene un cierto respeto hacia el mar, pero que tras probar... la sonrisa y la ilusión sustituyen por completo esa sensación.
Inmersiones en aguas transparente siempre resulta un gustazo
Tras la primera inmersión nos llevan a la playa de la isla para comer unas frutas y descansar un rato, momento en el cual hacemos la segunda ronda.
Por cierto, coincidimos en la barca con una familia canadiense que viajan todos juntos con unos niños muy pequeños y la abuela, que por supuesto también se anima a bucear.
Nos encanta la experiencia, es divertido y la claridad del agua nos permite ven muchos peces.
Volviendo a Drake nos hacemos un pequeño paseo por allí disfrutando del entorno para luego celebrar con un heladito el día y marcharnos a dormir, ya que al día siguiente parte nuestra aventura "sobre la marcha", sin reservas hechas ni destinos fijados de antemano.
;)
